Existen muchos motivos por los cuales se puede atascar una tubería y entre ellos se encuentran las condiciones meteorológicas. Ahora bien, cómo podemos evitar atascos si llueve mucho. En este post te damos la respuesta.
Por qué será que cuando llueve se producen atascos, no solamente en la carretera, sino también en las tuberías y redes de saneamiento. Como expertos en fontanería en Bilbao tenemos la respuesta, pero también la solución; existen diferentes maneras de evitar atascos si llueve mucho.
Cómo evitar atascos si llueve mucho
Para poder esclarecer cómo evitar este tipo de atascos en tuberías, debemos definir las causas frecuentes que provocan un atasco de tuberías cuando llueve.
Errores de infrestructura
En muchos casos, uno no es consciente de que el edificio o la casa en la que vive cuenta con una mala infraestructura hasta que llueve más de lo habitual. En este sentido, la pendiente de una tubería suele ser el error más común, que debe tener al menos un 2% de pendiente.
En otros casos, dicha infraestructura no cuenta con una sección adecuada, por eso cuando llueve demasiado la tubería no es capaz de canalizar el agua dando lugar a inundaciones y atascos.
Deterioro por el paso del tiempo
Algunas comunidades de vecinos o propietarios de viviendas no son conscientes de que las tuberías se deterioran con el paso del tiempo y resulta crucial tener un servicio de mantenimiento de la red de saneamiento. Con el paso del tiempo el aumento de la adherencia y los sedimentos provocados por la cal, por ejemplo, provocan que el agua no fluya con la misma facilidad.
Por eso es importante contratar servicios de desatascos y fontanería para administradores de fincas en Bizkaia. De este modo, cuando llegue la época de lluvias estaremos prevenidos ante este tipo de averías.
Tuberías afectadas por nuestros hábitos
En nuestro blog de fontanería hemos hecho referencia en numerosas ocasiones a los malos hábitos que derivan en un atasco de tuberías.
Cuando se trata de época de lluvias, el agua arrastra todo tipo de desperdicios que acaban en la red de alcantarillado y en los desagües, provocando inundaciones y atascos. Para evitar que esto ocurra una buena limpieza de los alrededores del edificio o vivienda, jardines, entradas, esquinas, etc. es determinante. Así como en esos días de lluvia recoger los restos que hayan podido ir acumulándose en los desagües.